On Thursday afternoon, 17 November 2016, WIPO’s Standing Committee on Copyright and Related Rights (SCCR) addressed the topic of limitations on liability for libraries and archives. Chile, on behalf of the Latin Americas and Caribbean Group (GRULAC) provided a poignant example of how limitations on liability for libraries and archives enabled the provision of an accurate account and attribution of the role played by the Brazilian diplomat, Bertha Lutz, and other Latin American delegates in ensuring gender equity in the UN Charter of 1945.
GRULAC noted (the original intervention was delivered in Spanish):
The UN Charter of 1945 was one of the first international treaties to mention in its text the need for equal rights for men and women. This fact, was attributed for a long time to the diplomats of the developed countries. In fact, after an investigation at the University of London, it was discovered that it was in fact the result of the insistence of Latin American women in the conference, led by Brazilian scientist and diplomat Bertha Lutz.
After consulting the documents of the time and the memoirs written by the few women at the conference, researchers Elise Dietrichson and Fatima Sator concluded that Latin American diplomats were responsible for including references to gender equality In the Charter of the United Nations. According to the researchers, the explicit inclusion of gender in the United Nations Charter, advocated by the Latin American delegates, faced strong initial opposition from US and UK diplomats.
According to the researchers, Bertha Lutz – with the help of delegates from Uruguay, Mexico, Dominican Republic and Australia – demanded the inclusion of women’s rights in the Charter and the creation of an intergovernmental body for the promotion of gender equality, while the plenipotentiary delegate of the United States and the British delegate opposed.
One of its main contributions is included in the preamble of the Charter, which cites the equal rights of men and women. Lutz made sure to include the word “woman” in the text, even against the position of colleagues who argued that “human rights of men” would be sufficiently inclusive.
This knowledge was only possible because of the digital work of archivists and museologists in Brazil and the United Kingdom. While Bertha Lutz’s documents are not in the public domain, the museum scientists at the Bertha Lutz Virtual Museum took the risk of putting information on the internet. Bertha, who died in the 1970s, did not have the opportunity to grant licenses to preserve her memory on the internet. However, museologists and archivists faced legal uncertainty for the benefit of all United Nations.
The original statement in Spanish can be found below followed by the English translation.
6. Limitaciones y excepciones para bibliotecas y archivos
Señor Presidente,
El GRULAC apoya una discusión abierta y franca de las limitaciones y excepciones para las bibliotecas y los archivos sin prejuzgar la naturaleza del resultado de las discusiones, a fin de llegar a soluciones efectivas con respecto a los problemas que afectan a las bibliotecas y archivos de todo el mundo. El GRULAC está muy interesado en el debate sobre las propuestas presentadas por Brasil, Ecuador, Uruguay, India y el Grupo Africano. A fin de promover el trabajo sobre este tema, nuestro grupo apoya continuar los debates en base a la propuesta del Presidente. Adicionalmente, el GRULAC aguarda con interés el debate del documento SCCR/33/4 presentado por la Argentina.
Señor Presidente,
Para contribuir con las discusiones en limitaciones y excepciones, al GRULAC le gustaría presentar un caso concreto que demuestra la importancia de nuestro debate hoy. En nuestra agenda, discutiremos cuatro temas acerca de la relación del trabajo de bibliotecarios y archivistas y de la propiedad intelectual. Uno de ellos es la limitación a la responsabilidad de bibliotecarios y archivistas. Este ejemplo nos demuestra la importancia de limitaciones y excepciones para la divulgación del conocimiento, no solamente de nuestros países, sino también de las Naciones Unidas. Nuestro caso concreto está relacionado con el origen de la carta de las Naciones Unidas.La Carta de las Naciones Unidas de ONU de 1945 fue uno de los primeros tratados internacionales a mencionar en su texto la necesidad de la igualdad de derechos para hombres y mujeres. Este hecho, fue atribuido por mucho tiempo a las diplomáticas de los países desarrollados. Tras una investigación en la Universidad de Londres, se descubrió que fue en realidad el resultado de la insistencia de las mujeres de América Latina en la conferencia, impulsada por la científica y diplomática brasileña Bertha Lutz.
Después de consultar los documentos de la época y las memorias escritas por las pocas mujeres en la conferencia, las investigadoras Elise Dietrichson y Fatima Sator llegaron a la conclusión de que las diplomáticas de Latinoamérica fueron las responsables por la inclusión de referencias a la igualdad de género en la Carta de las Naciones Unidas. Según las investigadoras, la inclusión expresa del género en la Carta de las Naciones Unidas, defendida por las delegadas latinoamericanas, enfrentó fuerte oposición inicial de las diplomáticas de Estados Unidos y Reino Unido.
Según las investigadoras, Bertha Lutz – con la ayuda de las delegadas de Uruguay, México, República Dominicana y Australia – demandó la inclusión de los derechos de la mujer en la Carta y la creación de un organismo intergubernamental para la promoción de la igualdad de género, mientras la delegada plenipotenciaria de Estados Unidos y la delegada británica, se opusieron.
Una de sus principales contribuciones está incluida en el preámbulo de la Carta, que cita la igualdad de derechos de hombres y mujeres. Lutz se aseguró de incluir la palabra “mujer” en el texto, incluso en contra de la posición de colegas que argumentaban que los “derechos humanos de hombres” serían lo suficientemente inclusivos.
Este conocimiento solamente fue posible a causa del trabajo en el medio digital de archivistas y museólogos en Brasil y Reino Unido. Mientras los documentos de Bertha Lutz no estén en dominio público, los museólogos del Museo Virtual Bertha Lutz se arriesgaron al publicar la información en la Internet. Bertha, fallecida en los años 70, no tuvo oportunidad de otorgar licencias para preservación de su memoria. En este caso, los museólogos y archivistas enfrentaron la inseguridad jurídica para el beneficio de todas las Naciones Unidas.
En el caso presentado, estaban en juego los sistemas jurídicos de más de un país, ya que las obras, los sujetos, las reproducciones, los usos y los usuarios estaban sometidos a distintos sistemas jurídicos. Por una parte, no existen excepciones en algunos territorios que permitan llevar adelante la tarea de los bibliotecarios y archivistas. Y si bien esto podría solucionarse mediante la actualización de las legislaciones internas de los Estados, queda siempre latente el riesgo de que los efectos de las reproducciones necesarias para desarrollar la investigación, válidas en un país, sean inválidas en otro. Estos resultados claudicantes son disvaliosos, desde el punto de vista de la universalidad del conocimiento. De aquí que un instrumento internacional deba lograr un catálogo común de excepciones y limitaciones de acuerdo a las finalidades de acceso al conocimiento y la cultura, junto con algunas reglas de coordinación que permitan que los actos llevados a cabo por un bibliotecario o archivista en su propio país, no sean luego cuestionados en otra jurisdicción.
Expresamos nuestro agradecimiento a los archivistas y museólogos que enfrentaron en este caso que compartimos, la inseguridad jurídica para proveer los insumos para la investigación científica. Esperamos que con los trabajos del SCCR podamos disminuir sus problemas con el sistema de propiedad intelectual.
Queda aquí también nuestro agradecimiento a Bertha Lutz, que con su ejemplo nos recordó que mientras cada país es responsable de sus legislaciones nacionales, el derecho internacional es responsabilidad de todos, hombres y mujeres de todas las regiones del mundo.
Muchas gracias
6. Exceptions and limitations for libraries and archives
Mr. Chair,
GRULAC supports an open and frank discussion of limitations and exceptions for libraries and archives that does not prejudge the nature of the outcome of the discussions in order to reach effective solutions with regard to problems affecting libraries and archives around the world. GRULAC is very interested in the debate on proposals submitted by Brazil, Ecuador, Uruguay, India and the African Group. In order to promote work on this topic, our group supports further discussions based on the Chair’s proposal. In addition, GRULAC looks forward to the discussion of document SCCR / 33/4 submitted by Argentina.
Mr. Chair,
To contribute to the discussions on limitations and exceptions, GRULAC would like to present a concrete case demonstrating the importance of our debate today. On our agenda, we discussed four themes about the relationship between librarians and archivists and intellectual property. One of them is the limitation on the responsibility of librarians and archivists. This example demonstrates the importance of limitations and exceptions for the dissemination of knowledge, not only of our countries, but also of the United Nations. Our specific case is related to the origin of the United Nations Charter.The UN Charter of 1945 was one of the first international treaties to mention in its text the need for equal rights for men and women. This fact, was attributed for a long time to the diplomats of the developed countries. In fact, after an investigation at the University of London, it was discovered that it was in fact the result of the insistence of Latin American women in the conference, led by Brazilian scientist and diplomat Bertha Lutz.
After consulting the documents of the time and the memoirs written by the few women at the conference, researchers Elise Dietrichson and Fatima Sator concluded that Latin American diplomats were responsible for including references to gender equality In the Charter of the United Nations. According to the researchers, the explicit inclusion of gender in the United Nations Charter, advocated by the Latin American delegates, faced strong initial opposition from US and UK diplomats.
According to the researchers, Bertha Lutz – with the help of delegates from Uruguay, Mexico, Dominican Republic and Australia – demanded the inclusion of women’s rights in the Charter and the creation of an intergovernmental body for the promotion of gender equality, while the plenipotentiary delegate of the United States and the British delegate opposed.
One of its main contributions is included in the preamble of the Charter, which cites the equal rights of men and women. Lutz made sure to include the word “woman” in the text, even against the position of colleagues who argued that “human rights of men” would be sufficiently inclusive.
This knowledge was only possible because of the digital work of archivists and museologists in Brazil and the United Kingdom. While Bertha Lutz’s documents are not in the public domain, the museum scientists at the Bertha Lutz Virtual Museum took the risk of putting information on the internet. Bertha, who died in the 1970s, did not have the opportunity to grant licenses to preserve her memory on the internet. However, museologists and archivists faced legal uncertainty for the benefit of all United Nations.
In the case presented, the legal systems of more than one country were at stake, since works, subjects, reproductions, uses and users were subject to different legal systems. On the one hand, there are no exceptions in some territories that allow carrying out the task of librarians and archivists. And while this could be solved by updating the domestic laws of the States, there is always a risk that the effects of reproductions necessary for the development of research, valid in one country, will be invalid in another. These results are weak, from the point of view of the universality of knowledge. Hence an international instrument must achieve a common catalog of exceptions and limitations according to the purposes of access to knowledge and culture, along with some coordination rules that allow the acts carried out by a librarian or archivist in his own Country, are not later challenged in another jurisdiction.
We are grateful to archivists and museologists who faced legal uncertainty to provide the inputs for scientific research. We hope that with the work of the SCCR we can reduce its problems with the intellectual property system.
We are also grateful to Bertha Lutz, who, by her example, reminded us that while each country is responsible for its national laws, international law is the responsibility of all men and women in all regions of the world.
Thank you very much