Find below Civil Society Coalition (CSC) written intervention to the 18th Session of the WIPO Standing Committee on Copyright and Related Rights. The intervention was submitted in Spanish by Pablo Lecuona, director and co-funder of Tiflolibros, a library for blinds in Argentina, and CSC fellow during the 18th Session of the WIPO SCCR.
Comentarios de la Civil Society Coalition (CSC)
Mi nombre es Pablo Lecuona y soy director y co-fundador de la biblioteca para ciegos, Tiflolibros en Argentina.
Participé en la decimooctava sesión del Comité Permanente de Derecho de Autor y Derechos Conexos (SCCR) de la OMPI como miembro de la Civil Society Coalition (CSC). A continuación mis comentarios a la conclusión de la decimoctava sesión sobre el trabajo futuro del SCCR.
Vinimos a la 18 sesión del SCCR en busca de resolver un problema concreto y acuciante para las personas con discapacidad visual: el acceso a la lectura y la información.
El 90% de las personas con discapacidad visual y otras discapacidades para la lectura vivimos en países en vías de desarrollo donde los recursos para la atención de nuestras necesidades son muy limitados.
Actualmente el problema del acceso a la lectura de las personas con discapacidad es un problema global. En los países más desarrollados el porcentaje de obras accesibles disponibles es sólo del 5% del total de obras publicadas, y en los países en vías de desarrollo estas cifras son alarmantemente aún más bajas.
En la actualidad el desarrollo de la tecnología permite mejorar esta situación, pues la producción de obras accesibles en Braille, audio y soportes electrónicos se hace más sencilla y las posibilidades técnicas de intercambio y circulación de materiales entre diversos países permiten optimizar los pocos recursos disponibles.
Sin embargo el contexto legal impide que se avance en la resolución de este problema.
Sólo uno de cada cinco países en el mundo tienen incorporadas en sus leyes de derechos de autor excepciones al derecho de autor para los libros para ciegos y otros discapacitados para la lectura. Pero este no es el unico problema. Los países que sí tienen excepciones y producen libros para personas discapacitadas no pueden intercambiar materiales, enviar obras a otros países, aún teniendo estos otros también excepciones.
Los ejemplos prácticos y su implicancia son claros. España cuenta con una buena excepción nacional y tiene un acervo de 103,000 libros accesibles, que fácilmente podrían enviarse a cualquier país de américa Latina en audio o para ser impresos en sistema Braille. Nicaragua, uno de los países más pobres de América Latina, también cuenta con una excepción nacional en su ley de derechos de autor. Sin embargo no es posible la exportación de libros de España a Nicaragua. Así entonces la producción de libros para ciegos en Nicaragua se hace desde un pequeño centro de producción nacional, financiado por la cooperación española, que produce y pone a disposición de los ciegos nicaragüenses sólo 20 títulos anuales.
En Québec, Canadá, se cuenta con una importante biblioteca de libros en Francés. Pero por las mismas limitaciones de circulación transfronteriza de los materiales, no pueden enviar sus libros ni a Francia ni a los países francófonos del mundo en vías de desarrollo.
Así pues nos encontramos con millones de personas con discapacidad, que no pueden acceder a libros que en su idioma ya están accesibles y disponibles, por hayarse en un país diferente al país donde estos materiales se producen.
La paradoja de esta situación es que luego son las agencias de Cooperación, las Asociaciones de la Sociedad Civil y las empresas con responsabilidad social de los países desarrollados quienes muchas veces invierten en la puesta a disposición de libros en los países en vías de desarrollo.
Los ejemplos planteados nos sirven para determinar claramente cómo una solución internacional a este problema redundaría tanto en multiplicar el acceso a la información de las personas con discapacidad para la lectura, como a la optimización de los recursos aportados por estos países en desarrollo.
Y esto se lograría sin afectar los intereses económicos de autores y editores, pues se trata de incorporar a la lectura a millones de personas que hoy no acceden , no solo por afectarlos una discapacidad, sino que por la general falta de recursos economicos que provienen precisamente de la falta de acceso al conocimiento y, por lo tanto, no son compradores de libros.
Por todo esto buscamos que se pueda avanzar en la realización de un tratado internacional que permita establecer una base mínima de excepciones y limitaciones a los derechos de autor y conexos, para ser adoptada por las diferentes legislaciones nacionales y establezca un marco claro que permita la circulación transfronteriza de los materiales.
La OMPI tiene hoy en sus manos la gran oportunidad de incorporar a la lectura a millones de personas, contribuyendo así a su desarrollo educativo, laboral y social. Creemos que es urgente y necesario avanzar sobre la propuesta de tratado presentada por Brasil, Ecuador y Paraguay y diseñada en conjunto con la Unión Mundial de Ciegos. Es fundamental avanzar en la tarea práctica para que este tratado permita mejorar las condiciones de acceso a la lectura, estableciendo un marco claro y que permita la optimización de recursos, dando a su vez las garantías necesarias para no afectar los intereses de los dueños de los derechos de autor.
Muchas gracias
Pablo Lecuona
Tiflolibros Argentina
http://www.tiflolibros.com.ar